Artículo de Joaquín de la Torre, Presidente de Por Huelva.
Publicado en redes el 29 de noviembre de 2020.
Mucho se ha escuchado estos días del cabezo de la Joya tras el pleno del Ayuntamiento de Huelva donde se aprobaba definitivamente el plan urbanístico que recoge la construcción de varios bloques de viviendas de hasta 12 plantas de altura, sobre uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la provincia de Huelva.
Lo cierto es que tras escuchar los ataques y réplicas de todos los grupos, y teniendo en cuenta que el plan parcial que recoge este desarrollo data de 2004, o sea que tiene >15 años, llama la atención que este y otros cabezos, que además se encuentran catalogados dentro de la zona arqueológica de Huelva (BIC) desde el año 2001, se pueda permitir este tipo de actuaciones.
Cualquier Provincia Española invertiría, y pondría en valor los Cabezos de la Capital junto a otros yacimientos como Tejada la Nueva y Tejada La Vieja en Escacena del Campo, la ciudad Islámica de Saltés, Fuente Vieja… pues a parte de su riqueza histórica, potenciarían el turismo y le darían un impulso a la economía de la provincia.
Afortunadamente siempre han existido defensores del patrimonio histórico y cultural de la provincia, pero la gran mayoría, donde me incluyo, hemos ignorado esta obligación y ahora toca pagar las consecuencias.