Los españoles asistimos perplejos e indignados, , una vez más, al reparto político de las futuras decisiones que se van a tomar en los próximos años en materia judicial y por ende, política, pues como meros asaltantes de escaparates, los principales partidos políticos que representan al Poder Ejecutivo, o sea al Gobierno de España, y al Poder Legislativo, es decir, al Parlamento, intentan posicionar a jueces afines que favorezcan sus decisiones ideológicas y partidistas en el futuro.

No existe mayor descrédito, y si me permiten, atentado contra la imparcialidad de la justicia, que ver como unos y otros, negocian el futuro de las leyes y sentencias de este país, para una vez más salir a la palestra a defender justo lo contrario, que; “el Poder Judicial sale reforzado, una vez más”, de esta negociación clandestina, añado.

En España, nos hemos acostumbrado a confundir la costumbre, o la simple normalidad, con la legalidad, y en condiciones democráticas lo sería, pero desgraciadamente no es el caso. Repartirse a dedo los cargos del Consejo General del Poder Judicial, que es el encargado de nombrar, y juzgar a los jueces, no se considera en un democracia un hecho imparcial, sino más bien todo lo contrario.

Desgraciadamente no veo posible a día de hoy, una reflexión de los principales partidos políticos que nos gobiernan a este hecho, pues incluso los nuevos partidos llegados al poder han aprendido estas malas constumbres, y se han subido rápidamente al carro, para reclamar su porción de la tarta, por ello que pienso que, como ciudadano español y de Huelva, nuestro futuro, y el de nuestros hijos, quedará hipotecado una vez más hasta la próxima renovación del órgano y reparto del poder, en este caso el judicial, que no es poco.

Recordemos que Huelva se enfrentará en los próximos años a sentencias en el Tribunal Supremo en asuntos tan trascendentales como Los Fosfoyesos de Fertiberia, el gaseoducto de Naturgy a través del Parque de Doñana, o el recurso de segregación de Tharsis-Alosno, de modo que quién puede garantizar la neutralidad de las sentencias frente a los intereses políticos.

No tengo confianza que un partido provincial como Por Huelva, vaya a poder cambiar esta mala praxis tan arraigada, pero sí estoy convencido que pueda ayudar a dar voz, y representar a los ciudadanos que, como yo, pensamos que Huelva se merece algo mejor.

Joaquín de la Torre Llanes

Presidente Por Huelva

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